Consecuencia del decir es el decir (monólogo quijotesco)
Consecuencia del decir es el decir
a pesar de la redundancia Sancho
que hay situaciones que sólo las puede crear el lenguaje
yo te puedo decir ahora por ejemplo
que me quedo a esperar la lluvia sentado en mi labio
o que esperando la lluvia se me sentó el labio
y tú no nos verás sentados
pero podrás decir “he visto a mi amo sentado en su labio”
¿has visto peor penitencia que una palabra cuando no puede salir?
se queda bajo el techo del paladar temblando
a veces, si camina hacia atrás, y se acerca a la garganta
se cae, o se deshace y nadie habrá de conocerla ya
nadie tocará su piel huidiza de conejo con helada
nadie sabrá la palabra en su palabra,
en qué beso, en qué cadera hubiera anidado su belleza
nadie recogerá lo que deja el silencio después de ella
la inclinación con que el oído la busca a tientas en la tierra
el ángulo que una mano hubiera hecho para detenerla
nadie escuchará lo que se dice a sí misma cuando nadie la mira
cuando ya hermana de un amor hijastro de la melancolía
desnude su bondad en los pies embarrados del amante
He pensado mucho en esto Sancho
en ese frío en que nos dejan cuando nos dejan con la boca abierta
por eso, debajo de mi paladar, allí donde se resbalan como hijas sin madres las palabras
hemos de poner frazadas, hemos de encender un fuego y hemos de fabricar,
con el murmullo gélido que trama la orfandad, diminutas madres que vuelven a sus casas.